La ceremonia es, tal vez, el momento más importante de cuantos se generan en una boda. El maestro de ceremonias es la clave para que nadie se aburra. Debe mantener el equilibrio entre lo cercano y lo formal. Para resultar agradable, sin perder la entidad del momento.
Por muy simbólica que sea la ceremonia, es vuestra boda: la que recordaréis el resto de vuestras vidas. Quien la conduzca debe saber interpretar vuestra historia para escribirla bien. Debe saber comunicarla, para que el mensaje llegue a todos los asistentes. Y debe saber reaccionar ante cualquier imprevisto, para asegurar el mejor resultado.